Trabajadores del Plan de Inclusión recibirán el primer aumento del año, pero seguirán debajo de la línea de indigencia
Cobrarán $25.200 de bolsillo. En febrero, una familia necesitó $83 mil para no ser pobre y $37 mil para no ser indigente.
El incremento que percibirán desde este jueves los beneficiarios del Plan de Inclusión Social los mantiene rezagados. Percibirán un 16% más que el mes anterior, pero eso no alcanzará para superar la brecha con la indigencia, mucho menos la de la pobreza.
Con la actualización que fue anunciada por el Gobierno en marzo, un trabajador pasará a percibir $26.700, pero a eso deben descontarle el aporte a la obra social, por lo tanto de bolsillo significan $25.200.
El mes pasado, el Indec dio a conocer que una familia tipo conformada por dos adultos y dos chicos necesitó en febrero $83.807 para evitar caer en la pobreza y $37.414 para superar la línea de indigencia.
De esta manera, los beneficiarios del plan, no alcanzarán a superar ninguna de las dos barreras. Y un claro ejemplo de la realidad que viven, es que se necesitan al menos tres beneficios para no ser considerados pobres.
En el segundo mes del año, la canasta básica alimentaria (CBA) subió un 9% y fue el mayor incremento en este rubro desde 2016. La canasta básica total (CBT), en tanto, aumentó el 6,6%.
Las variaciones interanuales fueron de 52,2% y 44,5%, respectivamente. Mientras que en los últimos 12 meses el incremento para los trabajadores fue del 46%. Esto es así porque en abril del año pasado habían cobrado $17.200.
El dinero necesario para evitar la pobreza aumenta a medida que se suman integrantes a la familia. Así, una integrada por tres personas requirió $66.720 en febrero para no ser pobre, una de cuatro personas necesitó $83.807 y una de cinco $88.147.
De acuerdo a la suba anunciada para todo este 2022 por el Gobierno de Alberto Rodríguez Saá, los beneficiarios llegarán a percibir en diciembre $32.100 de bolsillo.
Aun con el dinero previsto para el cierre del año, se encontrarán por debajo de la indigencia.
La semana pasada, el Indec dio a conocer los índices de pobreza de todo el país, del segundo semestre de 2021, y San Luis se ubicó como la tercera provincia con los mayores datos: llegó al 47,8% de la población.
En cinco años subió 20 puntos y la indigencia casi se duplicó, puesto que a fines de 2016, los índices eran del 27,3% y del 3,2%.